El mundo de la danza ha ido cambiando constantemente con el paso del tiempo, con movimientos nuevos apareciendo frecuentemente, pero también bailes ya existentes que han evolucionado, y que se han venido popularizando año tras año, siendo este el caso del twerking.
El twerking es un tipo de baile practicado principalmente por mujeres, que emplea un movimiento pélvico sensual, utilizado en sus orígenes como una manera de incitar al sexo masculino, pero que ha ido evolucionando hasta convertirse en una danza que sirve como ejercicio para ambos sexos.
A pesar de no tener una coreografía específica, el twerking consiste principalmente en una combinación de movimientos que utiliza las caderas, las rodillas y los glúteos, en un baile que se asemeja al perreo representativo del reguetón.
El origen del twerking se remonta a 1990, época en la cual se le asociaba con la cultura hip-hop.
Algunas personas remontan su origen mucho más atrás, a la década de los 80 en Nueva Orleans, como parte del Bounce, un estilo relacionado con el hip-hop, que contaba con otros movimientos conocidos como booty shaking, traducido al español como agitar el trasero.
Este estilo de baile tiene influencias de África, de las danzas como el mapouka, pero sin duda uno de los estilos que más ha influido en el twerking actualmente es el perreo, típico de la cultura del reguetón, el cual le ha impreso mayor complejidad en los movimientos.
El twerking estuvo relacionado con la cultura hip-hop y las strippers durante mucho tiempo, y aunque a partir del año 2000 empezó a ganar fama en otros ambientes, no fue hasta el 2006 que se empezó a escuchar de este estilo de baile en el mundo, con cantantes como Beyoncé.

Duración de la clase: 60 minutos.
Lo que debes llevar: utiliza ropa que te permita moverte, que sea cómoda y que esté en buen estado. Rodilleras. Toalla personal y tu bote con agua para hidratarte.